Tratamiento de la Hiperhidrosis

La sudoración excesiva, es una condición médica que va mucho más allá de una simple molestia. Puede interferir con la vida social, laboral y emocional

¿Qué es la hiperhidrosis o sudoración excesiva?

La hiperhidrosis, o sudoración excesiva, es una condición médica que va mucho más allá de una simple molestia. Puede interferir con la vida social, laboral y emocional de quienes la padecen. Si notas que sudas más de lo normal en las axilas, las manos, los pies o la cara, incluso sin calor o esfuerzo físico, es posible que necesites un tratamiento médico específico.
Podemos definirla como una alteración del sistema nervioso autónomo que provoca una actividad excesiva de las glándulas sudoríparas. Afecta a millones de personas, aunque muchas no buscan ayuda por vergüenza o desconocimiento.

Niveles de Hiperhidrosis

Focal: localizada en zonas como axilas, palmas, plantas o rostro.
Generalizada: cuando afecta a grandes áreas del cuerpo.
Primaria: sin causa médica identificable.
Secundaria: asociada a otras enfermedades o al uso de determinados fármacos

¿Cuando consultar al dermatólogo por sudoración?

– Excesiva sudoración o difícil de controlar.
– Aparece de forma repentina.
– Afecta a tu calidad de vida.
– Causa irritación o infecciones en la piel.

Un diagnóstico dermatológico preciso es clave para descartar causas secundarias y elegir el mejor tratamiento.

Tratamientos disponibles para la Hiperhidrosis

Toxina botulínica (Botox)

Es el tratamiento más eficaz para la hiperhidrosis axilar, palmar y plantar. Se aplica mediante microinyecciones en la zona afectada y actúa bloqueando temporalmente las señales nerviosas que estimulan la sudoración.

Tratamiento oral

En casos seleccionados, pueden prescribirse medicamentos anticolinérgicos que reducen la producción de sudor. Estos tratamientos se indican bajo estricta supervisión médica, especialmente cuando la hiperhidrosis es generalizada o no responde a otras terapias.

Resultados y seguimiento

El tratamiento es totalmente personalizado. Tras una valoración inicial, se elige la opción más adecuada para cada paciente. El seguimiento periódico permite mantener el control del exceso de sudor y ajustar la frecuencia de las sesiones si es necesario.

Muchos pacientes experimentan una notable mejora en su calidad de vida, pudiendo recuperar la seguridad en sí mismos y llevar una vida social y profesional normal.

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